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FÓRMULA UNO | GP CANADÁ

McLaren, a toda velocidad

Hamilton y Button aprovechan el 'conducto f' para superar a Alonso, firmar otro doblete y liderar el Mundial

La estrategia de Red Bull no resultó adecuada. Salir con los neumáticos duros no les dio la ventaja que ellos pensaban y toda su carrera quedó supeditada a esa decisión inicial. A pesar de tener el mejor coche, Marc Webber, que perdió el liderato del Mundial, y Sebastian Vettel, acabaron jugando un papel muy secundario en una carrera marcada por el potente efecto del conducto f de los dos McLaren y por el regreso al podio de Fernando Alonso. El Gran Premio de Canadá volvió a ser trepidante. La victoria de Lewis Hamilton fue tan incuestionable como el segundo puesto de su compañero de equipo, Jenson Button. Pero no pasó desapercibido un hecho incontestable: Ferrari vuelve a estar ahí. Y en Valencia, la escudería de Maranello podría dar una estocada brutal si acierta con los múltiples cambios aerodinámicos que tiene previsto introducir en su F10.

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La carrera elevó a la categoría de realidad la hipótesis que McLaren había apuntado en Turquía, donde logró su primer doblete del año más como consecuencia del accidente de los dos Red Bull que por méritos propios. El trabajo realizado en Woking desde que comenzó la temporada es brutal. Ha sido la escudería que más ha evolucionado de las cuatro que en Bahrein parecían estar en disposición de luchar por el título: ellos, Red Bull, Ferrari y Mercedes. Hasta el punto de que no sólo están al mismo nivel que los coches de las bebidas isotónicas, sino que en algunos trazados incluso les superan. Lo demostraron y no fue sólo por una cuestión de estrategia, sino también porque nadie saca tanto rendimiento al conducto como ellos, y porque sus coches son rápidos, consistentes y preservan los neumáticos al menos tanto como los demás.

Fue precisamente por las prestaciones del conducto f que tanto Hamilton, primero (vuelta 14), como Button, después (en la 55)-, pudieron superar a Alonso en la recta sin que el español tuviera capacidad de reacción. La única vez que el asturiano consiguió adelantar a un McLaren fue cuando coincidió con Hamilton en el primer repostaje (séptima vuelta) y, gracias al excelente trabajo de su equipo, logró atravesar todo el carril de los talleres en paralelo con el británico hasta lograr superarle rozando ya la salida. Después, esquivó cualquier comentario al respecto y echó balones fuera cuando le preguntaron por una guerra personal que se inició en 2007, año en que coincidieron en McLaren. En carrera, sin embargo, Alonso mantuvo el ritmo de los bólidos plateados y marcó incluso alguna vuelta rápida, pero la superioridad de los coches británicos en la recta se hizo evidente. "En ambos adelantamientos, me perjudicaron otros coches", comentó Alonso tras la carrera. "Hamilton me pasó porque Buemi me estaba cerrando el paso. Y luego, Button me adelantó cuando yo estaba superando al Hispania de Chandhok, que me hizo perder mucho tiempo. Aprovecharon su oportunidad".

La carrera comenzó con un par de incidentes provocados por Petrov y Massa que acabaron con las aspiraciones de Kobayashi, pero y obligaron a varios coches a pasar por el taller para cambiar sus alerones delanteros, entre otros a Pedro De la Rosa, que acabó rompiendo el motor. Sin embargo, aquello no tuvo ninguna incidencia en la pugna por la cabeza. Allí no cambió prácticamente nada: Hamilton, Vettel, Alonso y Button mantenían sus puestos por el mismo orden con que habían tomado la salida. Y sólo Mark Webber, que perdió cinco posiciones en la parrilla por cambiar la caja de cambios, remontó para situarse en quinto lugar.

La primera sorpresa fue el poco aguante de los neumáticos blandos. Tanto los McLaren como los Ferrari entraron a cambiar entre la sexta y la séptima vueltas. Parecía el momento de los Red Bull, pero ni Vettel ni Webber mantenían un ritmo suficientemente alto. Al final, cuando ellos cambiaron neumáticos (13 y 14 vueltas) perdieron el liderato de forma irremisible. Webber lo recuperó después porque había colocado neumáticos duros y se mantuvo en pista hasta agotarlos, mientras los demás pasaban por el taller, esperando que los blandos le aguantaran las últimas 20 vueltas. Pero la estrategia ni siquiera le sirvió para concluir delante de su compañero.

Entonces, Hamilton pasó a liderar la carrera y Alonso le perseguía, ambos con los neumáticos ya muy tocados. Hasta que Button le ganó la partida al español. El dominio de McLaren fue incuestionable. Sólo Alonso y su Ferrari les dieron réplica en un trazado que se ajustaba a las características de su coche. "En Turquía estábamos muy lejos de Red Bull y McLaren, pero aquí les hemos recuperado el terreno: estamos de vuelta", proclamó Alonso. "Volvemos a la lucha por el título y en Valencia seguiremos mejorando". ¿Una premonición? Puede, pero tal vez allí regrese la jerarquía de los Red Bull.

Hamilton consigue la victoria, por delante de su compañero Button y Alonso, tercero
Lewis Hamilton celebra en el podio su victoria en el GP de Canadá
Lewis Hamilton celebra en el podio su victoria en el GP de CanadáAP

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